viernes, 7 de febrero de 2014

La casa encantada del sr. Bastian (continuación)

Pensó que ese pobre animalito necesitaba un hogar. Le preparó una suave camita en el cuarto del sótano, así como comida y agua.
Pero Bastian (el gato) le miró con cara de cachorrito y los dos se fueron a la habitación del propietario de la casa. Allí durmieron.

Al día siguiente, Bastian, nuestro buen hombre, se vistió, cogió al gato y se fueron de compras. Compraron una camita para gatos, comida... Y tras esto, volvieron a casa.
De repente, por el camino de regreso, encontraron a un hombre que tenía los ojos rojos y que iba directo hacia ellos. Los dos corrieron hacia su casa. El hombre se acercaba más y más.

Y entonces...

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